Revive mi mente las guerras perdidas,
El dolor de las heridas sigue desgarrando mi alma.
Y grito a los vientos que escuches mi súplica,
Mas no encuentra consuelo mi angustia escondida.

Lamentos que cantan su amarga melodía,
A diario su peso destroza mi espalda.
Y cargo con tu ausencia y las horas no pasan,
Batallas que creo vivas y están ya más que acabadas.