
Revive mi mente las guerras perdidas.
Punzan las heridas y desgarran mi alma
Y grito a los vientos que escuches mi súplica
Mas no acierta consuelo, la angustia escondida.
Lamentos que cantan su amarga melodía,
A diario su peso destroza mi espalda.
Sollozos y llantos que cargo callada,
Me inunda la pena y ahoga mi fantasía.
Fuíste mía pero marchaste de huída.
Te tuve en mis brazos, estabas tan viva.
Rocé la felicidad, mis dedos se astían.
Las horas gastadas, me siento vacía.