
Me encuentro buscándote en mis noches frías, tu esencia rasga mi corazón hambriento. Añoro ser tu aliento, qué suerte tendría rozar tu húmeda lengua a cada momento.
Tu piel sedosa al tacto, que asemeja al terciopelo, al clavarle mis dientes se eriza en un instante. Tus senos se endurecen, se muestran turgentes y tus labios entreabiertos muestran su deseo.
Tu gemido penetrante logra estremecerme, junto a tu humedad ligera y tan ardiente. Codicio proveerte de placer, saciar así mi apetito hasta retorcer tu esencia que es lo que más ansío.
