
Tiempo vivido que no dejas respiro
Dias y horas me cercenan como un cuchillo.
Me culpo a cada instante por no haber huído,
Marchar no quería y persistir fué un desatino.
Imprudente nuestra historia de final incierto.
Anduve dando tumbos sin ningún acierto.
Fijaste mi rumbo con perfume acerbo
Y lanzaste tu brújula hasta el crudo infierno.
Necia de mí me proclamé blanco estandarte,
Creí que mi amor por tí lograría sanarte.
Porque el amor todo lo puede y besarte,
Besarte era mi mundo… y me sepultaste.